LOS JOVENES CUBANOS DE HOY. NO TIENEN PAÍS, NI DERECHOS.


Los jóvenes cubanos de hoy, los nietos de los que construyeron o de alguna manera ayudaron a construir la revolución, no están preparados ideológicamente para luchar por su libertad, están dispuestos a seguir con su huelga de brazos caídos (si el estado hace como que nos paga, nosotros hacemos como que trabajamos) o en cambio buscan la opción de escapar de su país para gestar su propio bienestar material y el de su familia.

El Robín Hood cubano no lucha por los desprotegidos, se parapeta en su entorno familiar y amistoso, para hacer inaccesible el camino de las hordas gubernamentales, que están al asecho constante de cualquier actividad económica y política que pueda lacerar el ego y la estabilidad de la familia imperial.
El joven cubano desde temprana edad tiene marcado un objetivo primordial, no enfrentar al régimen ni a los mercenarios que lo representan, su eficacia para la sobrevivencia dentro de la isla está marcada por la doble moral para evitar así agravar sus problemas personales, de cualquier forma es más ventajoso vivir en la prisión grande que en la pequeña con castigo más severo.

Los pocos que se atreven a encarase al régimen se enfrenta a condenas desproporcionadas, y el vil destierro, los ancianos que mandan hoy en la isla no están dispuestos a perder su burbuja de bienestar y bonanza, su vida selectiva, clasista y opulenta, es por eso que durante todos estos años le han secuestrado a todo el pueblo y en especial a los jóvenes, el futuro, la motivación, la esperanza marcándolos con la etiqueta de la indigencia por decreto y de por vida, la condena social a esta gran mentira gobernante existe, está presente allí en cada ciudadano, pero tiene poca representación visible, multitudinariamente corre agazapada en forma de susurro cómplice de cubano en cubano no importa cuál sea la filiación e integración de este, todos hablan mal de régimen que les inmoviliza y les priva del futuro, pero no aparece el Maleconazo oportuno, la decisión espontanea, unánime y valiente en forma de rebelión social, que abriría la puerta a los cambios tan necesarios.
Hay que desterrar el odio entre cubanos, pero mantenerlo firme contra los máximos responsables que nos tienen hoy maniatados, divididos y diseminados por el mundo constituyendo un exilio multitudinario, hay que ser lo suficientemente serios y no poner la libertad de Cuba en peligro por actitudes reprochables, si ejercemos una actitud contestataria y disidente que sea de corazón y solo por la patria, no podemos dejarnos opacar o desvirtuar ante la oferta hipócrita que nos hace en régimen con sus agentes y tentáculos enmascarados.
El destierro y la compra de conciencias en forma de billete a la libertad no es el camino de un luchador, el callar ante los controles y precios abusivos y desproporcionados de todos los servicios que conciernen a la comunidad cubana en el exterior es un grave error, tenemos que castigarles absteniéndonos del derroche, hacer uso racional de las llamadas a Cuba, del envió humanitario de dinero y bienes de consumo.
La dictadura nos quito nuestro país y nuestros derechos como ciudadanos cubanos, cortémosle entonces ese cordón que le reflota su paupérrima economía, contribuyamos desde hoy a que los hijos de los nietos de la revolución nazcan en un país libre y estable, ellos sabrán darnos las gracias por nuestro sacrificio, si fuimos ayer capaces de incendiar Bayamo antes de entregarla nuevamente a la colonia, ¿Por qué hoy no podemos ser capaces de hacer nada efectivo por nuestra libertad?
La Unión Europea decidió hoy mantener su Posición Común con Cuba pero estudiará de aquí a diciembre suavizar su política con el régimen castrista, argumentando que la mafia de La habana ha iniciado un proceso de excarcelación de disidentes y anunciara reformas económicas.
Tenemos más trabajo, hay que demostrar de aquí a diciembre con los medios que tenemos a nuestro alcance, a estos diplomáticos europeos que la liberación de unos cuantos presos solo es una cortina de humo, que no hay ni se harán las reformas que necesita el pueblo cubano para liberarse del yugo castrista, que seguimos siendo un pueblo oprimido, sin derechos ni libertades. Que España no puede decidir nuestro destino por nosotros en Brúcelas, a cambio de mantener a salvo, de la mafia socialista cubana, sus hoteles en la isla.
¡Que nosotros los cubanos, no queremos vivir en el destierro!, queremos y tenemos todo el derecho que nos asiste como ciudadanos cubanos que somos a vivir en nuestro país, invertir en la economía de nuestro país y decidir el destino político y social de nuestro país.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Que podemos esperar si Cuba es la Babilonia de la izquierda, que podemos esperar, el unico que puede solucionar la tragedia del pueblo cubano es su propio pueblo, no hay mas nadie, las dictaduras caen cuando un pueblo dice no mas dictadura y todos los sabemos mientras tantos Cuba seguira siendo la Babilonia del mundo porque en final a nadie le duele si lleva 51 mas, quitemonos la careta que es la realidad, ahora bien si en Cuba se empiezan asesinar a los defensores del sistema, a incendiar, a poner coches bombas y hacerle la guerra que ellos utilizan entonces seria diferente la fiesta , mientras tanto acostumbrense a la migaja y a la limosna que den para el pueblo de Cuba.

Responder
Angélica Mora dijo...

CUANTA VERDAD HAY EN ESTE ARTICULO. CUANDO SE PIERDE ESE CORDON UMBILICAL, SE PIERDE TODO

Responder
Iliana Curra dijo...

La costumbre "paternalista", que de paternalista no tiene nada,a pero la gente se lo cree, y creen que es todo lo que necesitan para vivir. Por eso temen al cambio y siguen humillados y arrodillados, con una poquísima excepción. ¡Qué pena!

Responder
Anónimo dijo...

Excelente este microensayo sobre Cuba y la juventud. Todos estamos excluidos por el castrismo.

Responder

Publicar un comentario

Comente: Su opinión es importante y bienvenida.
Si quiere responder a algún comentario siga el hilo, no abra un nuevo comentario.
Aquí no moderamos los comentarios por lo que pedimos disculpas a los que se puedan sentir ofendidos.